Noticias sobre el acero | 2025-11-27 07:03:27
Hay que señalar que la aclaración llega en un momento crucial de las relaciones comerciales entre ambos países.

SEATTLE (Monstruo de la Chatarra): El primer ministro canadiense, Mark Carney, ha abordado las crecientes preocupaciones en torno a los aranceles recientemente implementados por el país sobre productos relacionados con el acero, haciendo hincapié en que las medidas no están diseñadas para apuntar o presionar a Estados Unidos. La declaración pretende contrarrestar las especulaciones sobre los motivos de la actualización del marco arancelario de Canadá y reforzar el compromiso del país con la estabilidad de las relaciones comerciales bilaterales.
Las declaraciones de Carney llegan en un momento delicado de la dinámica comercial entre Canadá y Estados Unidos, especialmente en el sector del acero, donde las partes interesadas de la industria están muy atentas a posibles medidas de represalia o cambios de política. La aclaración subraya la intención del gobierno de mantener la transparencia al tiempo que apoya la competitividad de la fabricación nacional.
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El anuncio se produce tras la reciente revisión de la política comercial del acero de Canadá, que incluye un arancel global del 25% sobre determinados productos derivados del acero importados. El Gobierno también redujo los límites de las cuotas de importación de los países no pertenecientes al ALC al 20% de las cuotas anteriores, frente al 50%, en un intento de proteger a los productores nacionales de las distorsiones del mercado.
Los analistas señalan que la postura de Canadá refleja el reto más amplio de equilibrar las medidas proteccionistas con la necesidad de mantener sólidas asociaciones internacionales. El gobierno reafirmó que, aunque salvaguardar la industria nacional es esencial, preservar las relaciones comerciales positivas -especialmente con Estados Unidos- sigue siendo una prioridad.
El primer ministro, Mark Carney, aclaró la política para hacer frente a las preocupaciones de que los aranceles tenían la intención de presionar a Estados Unidos, haciendo hincapié en que no es el caso.
El Gobierno impuso un arancel global del 25% a determinadas importaciones de derivados del acero y redujo los contingentes de importación de los países no pertenecientes al ALC al 20% de los niveles anteriores.
Se produce durante un periodo delicado en las relaciones comerciales entre Canadá y EE.UU., lo que ayuda a evitar posibles malentendidos y a aliviar la tensión diplomática.
El Gobierno de EE.UU. se ha comprometido a mantener el diálogo con Canadá.
